Abordamos aquí una de las situaciones de emergencia más comunes en las embarcaciones: cuando detectamos una vía de agua. Antes de precipitarse y tomar decisiones erradas, lo mejor es utilizar el sentido común y prevenir.

Preparación necesaria para trabajar en una operación de salvamento en el mar

Entre los marinos, existe una regla universal que habla de ayuda y solidaridad mutua, en especial cuando se divisa una embarcación en peligro. Pero, ¿y si no hay otro barco a la vista y estamos en apuros? ¿Cómo abordamos la situación? He aquí la respuesta: los problemas en el mar deben resolverse con sentido común, sin pausas y con imaginación.

En primer lugar, debemos comprobar si en las proximidades están navegando otras embarcaciones que puedan echarnos una mano, valorando de inmediato si podemos solucionar la situación por nuestros propios medios. Antes, incluso, de que acuda salvamento marítimo al rescate.

Si en su momento vimos qué material de salvamento y socorrismo era imprescindible en el medio marítimo, hoy nos centramos en una de las situaciones concretas de emergencia que pueden darse en alta mar. Se trata de todo un clásico: la vía de agua. Es decir, cuando detectamos que está entrando agua a bordo.

Origen de la vía de agua

Cuando el mantenimiento de una embarcación es deficiente, puede haber filtraciones en cubierta. Pero es que estas pueden deberse, también, a una escotilla mal cerrada. Lo importante es que esta filtración no afecte al circuito eléctrico o a los equipos de navegación.

Un agujero en el casco -por colisión o por haberse quedado el barco varado-, así como la pérdida de estanqueidad de válvulas de fondo, o el reflujo de agua a través de las evacuaciones del aseo o fregadero, pueden dar lugar a vías de agua. ¿Cuáles serían los pasos que hay que seguir, una vez detectado ciertos indicios?

1. Es necesario probar el agua, para ver de qué agua estamos hablando: si es dulce no habría problema (se trataría de una fuga en el depósito de agua potable); si es salada y caliente podría venir de la refrigeración del motor, pero si es salada y fría… entonces sí que saltarían todas las alarmas.
2. La sentina es la cavidad inferior de la nave donde se reúnen las aguas de diferentes procedencias. Si se descubre agua ahí, hay que poner en marcha todas las bombas de achique, sin apagar el motor. Al mismo tiempo, esto puede hacerlo un tripulante de manera manual. Para reforzar el trabajo de las bombas de achique, hay que soltar la toma de agua de mar de refrigeración del motor, cerrando el paso y haciendo que succione el agua embarcada. Mientras tanto, ir poniendo rumbo a puerto.
3. Si la vía de agua está en el casco, debemos taponar desde el interior con ropas y cojines, manteniendo apretado el cierre. En veleros, también se puede tratar de disminuir el caudal de entrada con una de las velas desde el exterior, pasándola bajo el casco y tensándola, de banda a banda. Si una válvula o un pasa cascos falla, será necesario cerrar o colocar un espiche cónico de madera a la medida. Si la vía es pequeña, tendríamos que aplicar pasta reparadora capaz de actuar (polimerizar) bajo el agua.

Posibles vías de escape de agua. Imagen de Salvamento Marítimo.

Prevención y consejos de cara a un hundimiento

Si la vía de agua no se puede detener, tendremos que hacer una llamada de socorro. Con el fin de aumentar la flotabilidad en estas circunstancias, lo mejor será vaciar el depósito de agua dulce (dejándolo al mínimo), arrojando todo peso inútil por la borda. Habrá que prepararse para abandonar la embarcación, si bien esperando hasta el ultimo momento, puesto que una embarcación medio hundida siempre será mejor lugar para esperar ayuda que una balsa.

Es mejor prevenir que curar, de modo que podemos seguir las siguientes recomendaciones, antes de zarpar:

• Cerrar las válvulas que no utilicemos.
• Impedir filtraciones desde la cubierta al interior.
• Asegurar la estanqueidad de portillos y escotillas.
• Fijar el ancla para que no golpee el casco.
• Fijar fuertemente las baterías y el material pesado.
• Impedir que el agua entre en la sentina.