Una intensísima nevada, seguida de una drástica bajada de temperaturas, ha azotado parte de nuestro país. Pero con nombre propio: Filomena. El Gobierno ha realizado la declaración de zona catastrófica en varias comunidades.

La borrasca Filomena, europea, se ha cebado especialmente en nuestro país entre los días 6 y 11 de enero. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) avisó, en la víspera de la festividad Reyes, de la proximidad de un temporal de viento, mar y lluvias, además de nevadas copiosas, en Canarias, Ceuta y sur de Andalucía, e interior peninsular, respectivamente.

Siete personas han muerto a su paso: dos en Málaga por las inundaciones, y cinco sintecho por hipotermia en Barcelona, Madrid, Calatayud y Cádiz. Dado que tras la nieve venía la bajada de temperaturas, proteger a quienes estaban en la calle era fundamental, como hicieron en Guadalajara, por ejemplo, abriendo un centro social para acoger a personas sin hogar.

Precisamente Madrid y Guadalajara -con una nevada histórica por su intensidad y extensión-, pero también Toledo, han sido de las ciudades más afectadas. A ellas se suman zonas y localidades en Asturias, Castilla y León, Andalucía tal y como se preveía, Aragón, La Rioja y Navarra. El Gobierno las declaró, el martes 19 de enero, zona catastrófica.

Hospitales aislados, medianas repletas de nieve, y buena parte del callejero cubierto por un gran manto blanco fue lo que se vio en la capital, mientras que la ciudad toledana sufrió la mayor parte de las incidencias que se reportaron al 112 en su comunidad.

Aquí hemos tocado anteriormente temáticas relacionadas con la coordinación de emergencias en Europa y los dispositivos necesarios ante una catástrofe natural. La palabra “coordinación”, sumada a la autoprotección ciudadana (un ejemplo sería no coger el coche si no es indispensable), es clave: entre diferentes administraciones, instituciones, organizaciones, profesionales y voluntariado. 

Enumeramos algunas de las medidas que se han puesto en marcha aquí:

• Cruz Roja, por ejemplo, ha movido en general más de 1.450 efectivos y 136 equipos de respuesta inmediata de emergencias activados, desplegando su ayuda en carreteras, ciudades y áreas rurales.

• El Servicio de Emergencias de Madrid no ha dado abasto a la hora de trabajar en rescates, dada la situación en la capital.

• Protección Civil declaró la Fase de Preemergencia el 7 de enero, convocando al Comité Estatal de Coordinación, formado por la Unidad Militar de Emergencias (UME), Policía Nacional, Guardia Civil, Defensa, DGT y Carreteras.

En palabras del director de Protección Civil, Leonardo Marcos, a El País: “De todas las emergencias se aprende mucho: nos ha ratificado lo importante que es tener una buena información meteorológica, y que los servicios de emergencia son esenciales y deben de estar suficientemente entrenados, como lo están”. 

El sufrimiento de los árboles madrileños

Además de los daños personales y materiales, se suman los daños ambientales. Y es que el temporal Filomena ha arrasado con el patrimonio arbóreo de Madrid, según el Colegio de Ingenieros de Montes madrileño a nivel autonómico (COIMM), como no había ocurrido antes. ¿Qué hacer ante una catástrofe arbórea? Los expertos señalan que, en el contexto actual, quizá hay que tirar de especies más resilientes ante fenómenos meteorológicos relacionados con el cambio climático.

Entre un 60 y un 70 % de los árboles de los Parques Históricos, así como un 60 % de los ejemplares de los parques forestales, arbolado urbano o de Parques Singulares se ha visto afectado, según ha publicado ABC.