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14 de abril de 2021El Día Internacional de la Mujer, cada 8 de marzo, es una celebración reivindicativa. Queda mucho trecho por recorrer para la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, dentro de una agenda que difiere dependiendo el país.
En el nuestro, España, la agenda por la igualdad tiene, entre sus puntos fundamentales, superar la brecha salarial y promover la incorporación efectiva de la mitad de la población -24 millones, concretamente- en todos los sectores profesionales. El sector de las emergencias es amplio y abarca distintos grupos laborales y técnicos, que requieren formaciones específicas, como ya explicamos en un artículo anterior.
SEn marzo de 2020, Murcia fue el escenario de un encuentro en torno al papel de la mujer en las emergencias, “ese mundo complejo, difícil, sensible y muy humano […]” donde ellas “abren camino y rompen estereotipos para dar un servicio fundamental a la sociedad, cuando lo que está en juego es la seguridad”, explicó la secretaria general de la Consejería de Presidencia y Fomento Yolanda Muñoz.
Allí se puso de manifiesto como la presencia femenina es abrumadora en sectores como el sanitario, dependientes del 061, atención de llamadas… mientras que en otros, como el de bomberos, la incorporación es muy lenta, o casi inexistente. Es interesante, aprovechando el 8 de marzo, hacer una panorámica por algunas de estas ocupaciones, y comprobar cómo de feminizadas están. O no…
Bomberas: una minoría
SERBOMBERA es una asociación que en 2018 realizó un estudio para conocer la proporción de personas en los servicios de extinción de incendios en función de su sexo. La cifras eran bastante exiguas: 168 mujeres trabajaban en todo el país como bomberas, de los 20.041 profesionales del ramo que ejercen el oficio.
Un 0,83 %. En este sector, como denuncia SERBOMBERA, no hay observatorios de igualdad, a diferencia de en las Fuerzas Armadas (12,7 %) o la Policía Nacional, que cuenta con un porcentaje del 13 %; o la Guardia Civil, de la que hablaremos más adelante. La labor de fiscalización de cifras y promoción de la igualdad en el ramo resulta, de este modo, mucho más complicada.
Los estereotipos de género impuestos a cada persona en función de su sexo tienen mucho que ver con esta ausencia de mujeres bomberas. Cuesta entrar en entornos tan masculinizados, donde a su vez todavía hay escepticismo acerca de la competencia femenina… por no hablar de otras problemáticas (que pueden ir del acoso sexual a la amenaza a la autoimagen, dentro del estereotipo viril del bombero macho).
No es un mundo, además, que contemple la incorporación de la mujer. La ausencia de baños y vestuarios femeninos, los equipos concebidos para hombres o la falta de conciliación constituyen la evidencia.
El caso de las TES
¿Qué pasa con el perfil de técnico en emergencias sanitarias (TES)? Hablamos de los denominados “conductores de ambulancias”. Hemos pasado del 1 % de mujeres con ese perfil profesional en 1985, al 25 % de hoy. Un incremento a todas luces espectacular, pero aún insuficiente. ¿Cuáles serían los obstáculos que impedirían que haya más profesionales conduciendo ambulancias?
No es un problema de las cualidades requeridas a un técnico en emergencias sanitarias. Según María Notario, secretaria de la Sección sindical USO-SSG, las exigencias en cuanto horarios chocan con las insuficientes medidas de conciliación; si no existe corresponsabilidad por parte del compañero varón en casa, difícilmente una TES podrá mantener el ritmo de horas, o las responsabilidades, si asciende en la jerarquía. Es el cimiento del techo de cristal.
Notario señala que los prejuicios sexistas, que presuponen una menor pericia a la mujer al frente de una ambulancia, pueden llevar a cierto desgaste y desánimo a las compañeras que desearían progresar en esta profesión.
La Benemérita, hacia la igualdad
A la hora de trabajar en rescates, el Instituto Armado tiene igualmente algo de decir. La reserva del 30 % de plazas para la Guardia Civil en una de las promociones recientes, impulsada por la primera directora del cuerpo (María Gámez), ha supuesto un impulso para su feminización. Recordemos que solamente un 8 % de los uniformados son mujeres: 6.000 agentes femeninos frente a 76.000, según datos publicados por El Español en 2020.
Las cuotas, no siempre bien entendidas, son, como explica María del Pilar Cascales Lázaro (de “Mujer y Guardia Civil”) una medida transitoria, encaminada a compensar la presencia de personas según su sexo. Un instrumento para alcanzar algo tan democrático como la paridad.