Se trata de eventos que congregan a miles de asistentes durante un corto período de tiempo y dentro de un recinto, en muchas ocasiones, provisional. Nada puede quedar al azar: menos aún la seguridad.

Los festivales son para el verano, es una obviedad, pero una obviedad que genera un movimiento de público, en muchísimos casos, masivo. La afluencia y concentración de personas en un recinto público al aire libre conlleva una serie de riesgos que se deben prevenir. La planificación de la seguridad y la prevención de riesgos laborales, la previsión de emergencias… constituyen deberes primordiales para los promotores de un festival.

La legislación vigente es la que señala el camino que los organizadores deben seguir. Como la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad ciudadana, o el Real Decreto 2815/1982, de 27 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas.

Cada vez se avanza más, de hecho, en la Prevención de Riesgos Laborales (PRL), lo que hace que en los eventos grandes se informe de manera exhaustiva a todo el personal laboral que acude a la cita a nivel profesional: como parte del staff, proveedor, medios de comunicación, artistas, equipos técnicos. De ahí que proporcionen, a todo este personal, las instrucciones de emergencia necesarias para situaciones de conatos de emergencia, emergencias parciales y generales, que pueden ir desde un fuego localizado y controlado a una amenaza de bomba o un derrumbamiento parcial.

Coordinación de equipos para diferentes planes de actuación

Son muchos los aspectos que la organización de un festival de música que congrega a miles de personas debe contemplar. Accesos al recinto, evacuación, perímetros de seguridad… El equipo del festival debe trabajar, codo con codo, con la Policía Local y el Ayuntamiento de turno, así como con instituciones como Cruz Roja, Bomberos o Protección Civil. Debe contar asimismo con los seguros necesarios para realizar la actividad con seguridad.

El plan de evacuación -que debe certificar una empresa especializada, con el asesoramiento de ingenieros- ha de considerar distintos escenarios: desde fenómenos metereológicos (tormentas, lluvias fuertes, vientos, tornados…) a incendios o catástrofes mayores. Las medidas de evacuación están sujetas a la normativa propia de cada Comunidad Autónoma.

Plan de seguridad, plan de emergencia, plan de prevención de riesgos laborales. Nada puede quedar al azar. Ni las estructuras que conforman los escenarios -muchos de ellos de gran envergadura-, con equipos de sonido, visuales, de enormes dimensiones y muy pesados. Tampoco el espacio existente entre el público y los escenarios, así como los pasillos de seguridad frente a escenarios particularmente grandes.