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La importancia de la educación vial con los nuevos medios de transporte urbano

Nos desplazamos de manera distinta. Y es en las ciudades donde esta movilidad electrificada o sostenible genera ciertas tensiones. La convivencia entre los nuevos medios de transporte y los tradicionales requiere de educación vial.

Los medios de transporte mecánicos alteraron, el siglo pasado, el ritmo de las ciudades. Hasta ahora, la movilidad en la ciudad moderna, según la geógrafa Carme Miralles-Guasch, ha sido “la suma de los desplazamientos individuales de los ciudadanos a una velocidad determinada que hacen posible el acceso al mercado de trabajo, a los bienes y a los servicios (Spaggiari, 1990)”.

Movilidad del centro a la periferia, diurna o nocturna, en días laborables o festivos que precisa de una red de transporte público y requiere, por parte de todos, un comportamiento determinado. Quizá el fenómeno de la epidemia de COVID-19 que estamos viviendo modifique, sin punto de retorno, estas dinámicas de desplazamientos, reduciéndolos; el teletrabajo sería decisivo.

La concentración poblacional en las urbes influye, igualmente. La ONU estima que, hacia 2050, un 70 % de la población mundial vivirá en la ciudad. ¿Os imagináis soportar 106 horas al año en mitad de un atasco? Eso es lo que sucederá, de seguir en alza el crecimiento demográfico y la concentración urbana.

Los medios de transporte del futuro deben mirar hacia la sostenibilidad y la eficiencia, contribuyendo a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono. Las exigencias de la Unión Europea (UE) son altas: alcanzar una logística urbana sin emisiones para 2030, según Expansión (2016). La Agencia Europea de Medio Ambiente es además muy clara en esta cuestión: el transporte es el primer problema ambiental que tenemos en el continente.

La lista de medios de transporte crece

Modelos de transporte público a demanda, tecnología para la movilidad inteligente, sistemas de gestión del tráfico basados en la IA, etc., van a marcar los desplazamientos humanos. Son muchas las voces que reivindican un espacio más amable con la infancia, las personas mayores o las personas con movilidad reducida. Un 30 % de los peatones pertenece a este último grupo, de hecho, y por distintos motivos.

En los últimos años, a las redes de bicis se han sumado los ubicuos patinetes eléctricos y otras modalidades de transporte similares, como los vehículos de dos ruedas o los monociclos. Se trata de los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), o vehículos de una o más ruedas, de una única plaza y propulsados únicamente por motores eléctricos cuya velocidad máxima es de 25 km/h.

¿Y qué pasa con la educación vial?

Que hay que fomentarla. En espacios comunitarios, y por supuesto en escuelas. También entre los distintos grupos: conductores, peatones, ciclistas, motoristas. Debe impulsarse la reeducación de personas adultas, ante el panorama nuevo que se presente, más heterogéneo, distinto, que el de antaño. 

Las asociaciones que trabajan para la seguridad vial han pedido a la Dirección General de Tráfico (DGT) un modelo formativo a nivel local, dividido en grupos de edades y muy enfocado en la gente joven. En mayo de este año, conviviendo ya con el coronavirus, la DGT lanzó una campaña en redes sociales para incentivar el uso de la bicicleta. 

El organismo tomó la iniciativa basándose en la Declaración de la 3ª Conferencia Mundial Ministerial sobre Seguridad Vial, celebrada en Estocolmo en febrero. En ese documento se recomendaba “acelerar el cambio hacia modos de transporte más seguros, limpios, eficientes energéticamente y asequibles, y promover mayores niveles de actividad física, como caminar y andar en bicicleta, así como integrar estos modos con el uso del transporte público para lograr la sostenibilidad”, según recogió ABC

Empiezan a implementarse medidas como el límite de 30 km/h en las ciudades. Y una concienciación por parte de todos: usuarios de vehículos motorizados y peatones. Sobre todo teniendo en cuenta que entre las personas que se desplazan a pie hay muchos que son mayores; el envejecimiento de la población es una realidad.

Los usuarios y usuarias de VMP deben conocer las ordenanzas existentes en sus respectivas ciudades, así como el reglamento general de circulación que se les aplica, según ha explicado el ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska recientemente. La proliferación de los patinetes eléctricos ha obligado a las administraciones y organismos a empezar a poner ciertos límites a estos vehículos (no sobrepasar los 25 km/h o no circular por aceras son algunos de ellos).