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22 de noviembre de 2023Más allá de la asistencia en carretera, servicio primordial y necesario para la propia Seguridad Vial, la asistencia en viaje supone un extra para quienes quieren viajar previendo posibles incidentes estando en ruta.
¿Es la asistencia en viaje lo mismo que la asistencia en carretera? Lo cierto es que no. La asistencia en carretera es una cobertura 24 horas/365 días al año que suele incluirse en el seguro obligatorio que tenemos que contratar para cualquier vehículo. Se trata de un servicio que se activa cuando llamamos a nuestra compañía aseguradora a causa de una avería fortuita en plena carretera, o después de sufrir un accidente. Es recomendable conocer bien la póliza del seguro para ver, exactamente, que nos cubre, tanto en caso de siniestro como cuando el coche nos deja tirados.
La asistencia en viaje es una especie de plus. Se contrata para disfrutar de un servicio cuando viajamos con nuestro coche, tanto por las carreteras de nuestro país como en el extranjero (normalmente los países incluidos en la Carta Verde). Este servicio abarca a todas las personas que viajan en el vehículo, es una asistencia al viajero en toda regla: estancias en alojamientos en la localidad donde se está reparando el vehículo, transporte desde el lugar donde el vehículo se ha parado -con conductor, si no se está disposición de conducir por algún motivo-, grúas, repatriaciones, cobertura sanitaria (en caso de que sea de pago), transporte funerario, etcétera.
Dependiendo del percance sufrido, la asistencia en viaje permitirá volver al punto de origen, o solventar los incidentes sufridos, gracias a los servicios citados, para que las personas asistidas puedan continuar su viaje sin problema alguno. Es un servicio muy recomendado para personas que se desplazan fuera del país y quieren prever cualquier tipo de imprevisto.
El primer seguro de viaje
James G. Batterson (1823-1901), empresario estadounidense, fue la primera persona que comercializó en Connecticut seguros de viaje, en 1864 (Travelers Insurance Company, se llamaba su compañía). En aquel momento era un producto al que solamente podían acceder las clases altas y la burguesía, dado que eran las personas con dinero quienes podían permitirse viajar al extranjero, o por el mundo. El turismo de masas, tal y como lo conocemos y concebimos hoy, no existía. El robo era uno de los grandes miedos de los viajeros decimonónicos.
Una vez entrado el siglo XX, tanto la democratización del viaje como el desarrollo del transporte aéreo y la industria turística como tal, se entró en otra fase. Las coberturas han ido cambiando. En el caso de la asistencia en viaje en carretera, está muy relacionada con situaciones y circunstancias adversas que, lejos del hogar, pueden sortearse solamente si se dispone de esta cobertura.