Reconocimiento FIRECA a la Trayectoria Empresarial: Grúas Ávila de Valladolid
15 de abril de 2024Reconocimiento FIRECA a la Labor en Comunicación y Redes Sociales: Beatriz Mendieta
15 de mayo de 2024Este reconocimiento es un homenaje a toda una vida dedicados a la asistencia en carretera en el municipio de El Ejido, Almería
El relato comienza con el escenario pintoresco de un El Ejido de los años cincuenta. En aquel entonces, la vida en este pueblo, aunque hermosa, estaba marcada por la necesidad y el trabajo duro. Desde temprana edad, Francisco demostró un interés innato por el mundo de los talleres, un interés que lo llevó a convertirse en mecánico y, finalmente, en el visionario copropietario de Asistencia Miguelón.
Su historia personal está entrelazada con la de su esposa, Francisca Miras, quien es su socia en el negocio y compañera de vida. Juntos, han forjado un legado en el sector del auxilio en carretera en el poniente almeriense. La fundación de Asistencia Miguelón no fue un acto impulsivo; fue la culminación de años de trabajo arduo y visión empresarial de Francisco Muñoz y Francisca Miras.
La anécdota de cómo nació la primera grúa de Asistencia Miguelón es significativa por la visión emprendedora de esta familia. En lugar de simplemente comprar una grúa, Francisco decidió construirla. Esta decisión audaz, respaldada y consensuada con Francisca, marcó el inicio de una empresa que se convertiría en un referente en la región.
Francisco y Francisca no solo fueron empresarios exitosos, sino también unos pioneros en el sector del auxilio en carretera. En una época donde los recursos eran escasos y la precariedad era la norma, su dedicación y valentía fueron fundamentales para salvar vidas y ofrecer asistencia en momentos de crisis en las carreteras.
Su contribución no pasó desapercibida. En 2019, Francisco Muñoz fue honrado por los bomberos y servicios de emergencia locales, así como recibió la Medalla de Bronce al Trabajo del entonces ministro José Barrionuevo. Ahora, después de décadas de servicio incansable, la pareja ha decidido disfrutar de su jubilación y dejar el negocio en manos de sus hijas Silvia y Beatriz.
La historia de Grúas Miguelón es un testimonio inspirador de determinación, generosidad y pasión por el trabajo. Paco y Francisca son un ejemplo para todos nosotros, recordándonos que con esfuerzo y dedicación, podemos dejar una huella perdurable en el mundo que nos rodea.