Teniendo en cuenta el precio del combustible, casi podría decirse que el precio del kilometraje se mantiene. Se trata de un gasto que no está regulado por ley y que es importantísimo para muchos profesionales y autónomos

El gasto en kilometraje importa, aunque no esté regulado como tal. A la hora de viajar en coche por motivos profesionales, necesitamos saber qué incluye el kilometraje, cómo es retribuido. Porque no solamente abarca el desembolso que realizamos en el surtidor de gasolina… sino que también cubre el consiguiente desgaste que nuestro vehículo particular sufre durante los desplazamientos, que pueden llegar a ser largos. Un coche también nos supone pagar seguro e impuestos municipales, así que el precio del kilometraje cubre ese estipendio. No así las multas o infracciones que podamos cometer mientras viajamos por motivos laborales.

Resulta muy útil, sobre todo si es la primera vez que se trabaja para una empresa que paga el kilometraje, conocer cómo está la media en el país. El Informe Kilometraje 2023 que ha realizado Tickelia -solución digital de gastos y viajes-, recogido por la web de la Dirección General de Tráfico (DGT), arroja unos datos que no son precisamente alentadores en un momento inflacionario como el actual.

¿Por qué? Pues porque, pese a la escalada en el precio del carburante, la subida del kilometraje, según este informe (que ha incluido más de dos millones de gastos reportados por alrededor de 1.800 empresas), apenas ha sido de 0,01 euro con respecto a 2021. El precio por kilómetro en 2022, de media, estaba situado en 0,24 euros. En 2015 era de 0,19 euros.

¿Pagan todas las empresas lo mismo?

Negativo: no pagan todas lo mismo. Así, en el estudio lo que se realiza es una media del gasto en kilometraje. Aquí nos encontramos con que unas compañías son más generosas que otras. El 70 % de las empresas incluidas en el estudio pagarían entre 20 y 30 céntimos por kilómetro; por contra, un 17 % paga menos de 20 céntimos, y un 13 % abonaría por encima de esa cantidad.

Otros criterios que influyen a la hora de fijar el precio del kilometraje son la comunidad autónoma en la que se desarrolla la actividad -el precio de la ITV, por ejemplo, es distinto según la región-, el tipo de combustible del vehículo e incluso la clase de vehículo. En cuanto al sector, es también determinante. No es lo mismo trabajar para el farmacéutico -donde se paga 0,29 euros el kilómetro- que en otras actividades profesionales peor remuneradas. El rango del trabajador y la propia política de viajes de la empresa determinan el gasto, igualmente.