San Bernardo, pastores alemanes, labradores Golden Retriever… son algunas de las razas caninas utilizadas para labores de salvamento. ¿Cuáles son sus cualidades para poder ejercer como perros de trabajo? Aquí lo contamos.

Cuando se producen situaciones de catástrofe, grave riesgo o calamidad pública se activan protocolos de emergencias para proteger y socorrer a la población, bienes y medio ambiente. El vertiginoso avance tecnológico ayuda muchísimo. Profesionales como los del Grupo de Emergencias gallego (112) han sido pioneros en el uso de naves sin piloto para buscar personas desaparecidas. En zonas de difícil acceso -rurales, montañosas, también costeras- pueden ser vitales.

Los manuales de educación canina hablan de los perros de trabajo como perros activos, con capacidad de resolución amplia, amantes del juego, siempre prestos a aprender cosas nuevas… individuos ideales para trabajar codo con codo con los humanos, en definitiva. Los equipos de emergencias cuentan con estos colaboradores inteligentes, atentos y leales que, bien llevados, pueden resultar de una ayuda impagable.

La búsqueda de personas desaparecidas, para los perros de trabajo, se va entrenando desde una edad muy temprana, explican los expertos. Se trata de tareas para las que un can apático, con poca energía o poco dispuesto al juego, no será apto. Al contrario, los perros deben ser resistentes, energéticos, mostrar agilidad: deben estar en forma.

Cuenta la Real Sociedad Canina de España que conocer la historia de esta especialidad canina habría que retrotraerse al famoso Hospicio suizo, fundado en 1035 por Bernard du Menthon y radicado en las montañas del Paso del Gran San Bernardo. Los canes -bautizados con este nombre- empezaron a ser preparados desde mediados del siglo XVII por los monjes como animales de carga y, a posteriori, como perros de rescate en aludes. Tarea en la que destacaron muchísimo.

Razas de perros de búsqueda y rescate

No solo es una modalidad de trabajo. Existe, también, el adiestramiento deportivo que supone combinar obediencia, destreza y trabajo de búsqueda. Estas búsquedas de personas, en las emergencias, pueden producirse en contextos muy diferentes. Después de una catástrofe, en situaciones críticas, en escenarios con escombros (tras un terremoto o derrumbe, en una guerra).

¿Qué tipos de rastreo hay? Se distinguen dos grandes grupos:

• El rastreo que implica la búsqueda de seres humanos con vida, o que implica seguir las huellas de una persona desaparecida, o fugitiva. Aquí los perros trabajan con una prenda de la persona buscada.
• La localización de víctimas de un crimen, o personas desaparecidas bajo escombros; esto lo realizan gracias a su excelente olfato, que les permite captar micropartículas con olores humanos.

“Un perro de rescate debe ser sociable con personas y animales, debe ser un perro de alto nivel de instintos, son perros a los que les encanta buscar y trabajar”.

Explica el subteniente Miguel Javier Baselga Escámez, de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Rasgos a los que se ajustan razas como el pastor belga Malinois.

Otro pastor, en este caso el alemán, se caracteriza por ser un gran nadador (cualidad presente en el perro de aguas, el perro de rescate de agua ideal), así como por su serenidad y responsabilidad, de ahí que su perfil sea perfecto como perro de salvamento y rescate igualmente.

Por su olfato y dotes -entre ellas, la obediencia y capacidad protectora-, los labradores son unos perros de trabajo perfectos. También los labradores Golden Retriever. Hay razas con cierta especialización, como ocurre con los dálmatas, a quienes se les asocia con su labor en los incendios. Es el perro bombero por excelencia, de hecho.